Residencias de ancianos de Laviana y Avilés «El Nodo».

Todas y cada una de las visitas con mayores nos sorprenden y encandilan con sus recuerdos, anécdotas y sentimientos hacia todo lo que se relaciona con la minería. Nos encanta ver como sus ojos brillan al recordar sus años mozos. Siempre hay quien nos cuenta y relata cómo fueron esos años y cómo la minería influyó en sus vidas. Ellos desde que eran guajes y entraron a las labores de ayudantes, y ellas a su vez, contaban como preparaban el “fatu” a sus maridos o como “escoyían” carbón en las escombreras. Los
que no tuvieron relación directa con la minería se emocionan escuchando las historias de sus compañeros, y adentrándose en ellas, seguro que más de uno vuelve en el autobús contando sus batallitas particulares y volviendo a sentir la vitalidad de la juventud.

Pero sin duda alguna lo que más disfrutan nuestras visitas especiales es la animación y la interacción con Dolfín, nuestro minero particular. Desde el primer momento en que se abre paso por la lampistería con sus andares rudos, las caras de sorpresa se reflejan en sus rostros creándose ya inevitablemente un fuerte vínculo durante toda la visita. Cuando Dolfín les ayuda a arrastrar el vagón el que más y el que menos saca todas sus fuerzas para convertirse en un buen vagonero por un instante.

Alguna como Maruja, con su divertida y jovial personalidad, no se suelta del brazo de nuestro “guaje”, despliega todos sus encantos “guiñándoi” el ojo pícaramente para poder “cortejalu” y llevarlo con ella.
Al igual que éste, son muchos los momentos que disfrutamos en el CEMM con cada visita teatralizada en colaboración con El Trasgu la Fronda. Para nosotros son todas únicas y especiales y siempre nos dejan un buen sabor de boca haciendo que disfrutemos de nuestro trabajo.
Muchas gracias a tod@s
¡nos vemos pronto!