Pues ya no queda nada para el Puente de Todos los Santos, y con él llega el Samaín. ¿Que no sabéis que es Samaín? Seguid leyendo, que al final os lo explicaremos, pero primero deciros que el próximo día 31 de octubre, un lunes-laborable-con-niños-sin-cole de esos que tanta gracia nos hacen a los padres, en el CEMM os ayudaremos a hacerlo más llevadero:
De 9 a 2 podéis dejarnos a vuestras criaturas aquí que ya nos encargamos nosotros de que se lo pasen en grande con un montón de actividades, talleres y entretenimientos varios con los que conseguiremos que ellos sí sepan que es Samaín ;).

De la mano de El trasgu La Fronda, no sólo visitarán el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería, sino que además harán portavelas, disfraces, juegos y un montón de cosas más. En el Centro hay máquinas expendedoras de agua y caxigalines varias, pero podéis enviarles algo de picoteo para el tentenpie de las 12. Y todo esto por tan sólo ¡¡¡¡9 EUROS!!!! Sí, sí, sólo nueve euros, habéis leído bien.
Y ahora la explicación, venga, que no vayan a saber más los peques que vosotros el mes que viene:
La palabra samhain significa ‘fin del verano’ en gaélico antiguo (la lengua celta de la que provienen los idiomas celtas modernos, como el irlandés). Los antiguos celtas creían que la frontera que une a este mundo con el más allá se estrechaba con la llegada del Samhain y los espíritus podían saltar de un lado a otro. Por eso la celebración consistía en honrar a los ancestros familiares y ahuyentar a los espíritus dañinos: los celtas se disfrazaban para que los malos espíritus no les reconocieran como humanos. Pero sobre todo y en esencia, el Samhain era una celebración agrícola en la que se hacía balance de los suministros de alimentos que había dejado la cosecha y de las provisiones disponibles para pasar el invierno.

Con la cristianización el Samhain pasó a ser la celebración de Todos los Santos (la palabra Halloween originariamente era “All Hallow’s Eve”, es decir, víspera de Todos los Santos). Sin embargo, algunas zonas de España mantuvieron el espíritu pagano original de la celebración: en Mieres (Asturias) se celebraba el Día de los Difuntos dejando velas y comida en los caminos para alumbrar a las ánimas que transitaban esa noche en procesión con la Santa Compaña (también llamada Güestia) . Otras fuentes hablan de banquetes en las tumbas de antepasados en las que se dejaban castañas en los sepulcros para los muertos. Incluso en algunas zonas de Galicia y Asturias, era tradición que la noche del 31 de octubre los niños tallaran calabazas o nabos, se disfrazasen o se cubriesen la cara con cenizas y que fuesen pidiendo comida por las casas.
… vamos, que las series y películas americanas nos han copiado a nosotros.